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En cuanto amanece....apetece.

Aburrido de otras webs, en las que soy bloguero, buscando nuevas emociones y experiencias

Te propongo
Publicado en:11 Agosto 2017 8:22 am
Última actualización en:28 Marzo 2024 5:37 pm
443 vistas

Te propongo, para empezar esta experiencia diferente, casual, y muy... muy sensual.

Pronto estaríamos ambos en ropa interior sobre el suelo cubierto por la ropa de cama. el crepúsculo de la tarde proyectaría la sombra de nuestros cuerpos en la pared del camarote de ese "barco" mientras por la ventana la luna sería testigo muda de nuestras caricias, jadeos…nuestros gemidos.

Tomamos pequeños sorbos de vino que desparramábamos por nuestros cuerpos y absorbíamos a chupetones…tus senos me sabrían al mejor vino del Dios Baco y sin tomárnoslo todo nos extasiaríamos lúbricos besos que harían que el vino cayera sobre nuestros cuerpos, sólo para ser lamidos al instante mutuamente y con paciencia, disfrutándose.

Tus normales pechos, morenos hinchados de excitación, pezones empitonados que invitaban a jugar con mi lengua sin perder el rumbo de tu cuerpo, pronto quedarían desnudos, y comenzaría a pasar mi cara recién afeitada sobre ellos. Suavemente el roce de esa piel facial, más tersa que la del resto del cuerpo, erizándote los pezones al punto necesario para ser chupados por la ávida boca de este dispuesto varón.

Mis manos estrujarían esos cantaros de placer y besarían toda esa carne deliciosa, metería mi cara entre ellos y pasaría mi lengua en el oscuro canal de esos cerros de piel. Poco a poco te recostaría y me situaría entre tus piernas, la erección sería notable dentro de la ropa interior. Comenzaría a frotar mi entrepierna contra la tuya, deseando penetrarte a través de la ropa interior de ambos, querría desgarrar esos hermosos tangas que llevas, pero preferiría esperar acontecimientos.

Tú te adueñarías de mi ancha espalda con fuerza, pasarías tus uñas por ella, te agarrarías a mi trasero respingón y lo empujarías hacia ti mientras levantas tu propia cadera para hacer más fuerte el roce.

Te giraría poco a poco y contemplaría tu deliciosa espalda. La lengua comenzaría a bajar desde tu nuca, pasó por tus hombros, la línea de tu columna y llegó a tus grandes nalgas. Las tomaría con fuerza con mis manos y frotaría con mi cara el canal entre ellas.

Mi lengua y boca pronto se apoderarían de esa parte vital tan deseada, mientras mis dedos retiraban la breve tira de tu tanga para acariciar, por fin, la suave oquedad de tu húmedo sexo, acuoso de la excitación y preparado para la gran entrada.

Así fue como, abrí las piernas con mis manos y arqueo tu espalda levantando tu trasero para que tu hombre, desde atrás, tuviera acceso con su lengua a la entrada de tu “rayita vertical”. El sabor de mi amada me llega al paladar como el néctar más dulce de la tierra y lamí y lamí hasta quedar sin aliento. Tu miel me seduciría y me dejaría sin aliento. Sin quitarte de esa posición colocaría mi pene entre tú culito y recostaría mi cuerpo entero sobre tan dúctil profesora. Los movimientos de tu trasero y los de tu cadera se acompasarían al ritmo suave y cadencioso de quienes quieren alargar el momento.

Pronto cambiaríamos de posición. Yo me tendería sobre el lecho creado y me sentaría sobre tus talones, Tú lo montarías de frente y me penetrarías lentamente. Mis manos en tus caderas las movería con lentitud, manteniendo el pene lo más adentro posible. Mi boca en tus pechos, las manos... esas suaves manos, rodeándome la cabeza y apretándome contra tu pecho. Tú te retorcerías y gemirías de placer y así continuaría haciéndolo, mirando tus hermosos ojos, sentir tu mirada penetrante, hasta querer para por al placer más fresco del noche que habría tenido jamás, y al momento de levantarme, seguro me dirías: “ahora me toca a mi”. Y así lo harías embriagadoramente por cada recorrido, desde mi cuello hacía abajo me darías un beso hasta que llegarías al subterráneo y cogerías mi verga bien erecta, te sorprenderías y me dirías "que rico…tengo ganas de tí" y empezarías a realizar un estupendo Francés que hasta se te olvidaría completamente de donde estás, y la posibilidad de que los “vecinos” nos oyesen.

Tú, me empujarías de nuevo hacia la cama sin sacarte mi muñequito de la boca serían tantas la chupadas que te dirías que te detuvieras, y tengo la impresión de que no me harías caso y continuarías, salivando mi lubrificación, estaría a punto de venirme en tu boca que retiraría rápido y me dirías: "todavía no"... jejejejeje y, ya estando completamente el uno frente al otro, te acomodarías encima de mi y te diría que te quedaras quieta por que querrías que yo dominara la situación, te empezaría a besar en la boca y así irías bajando hasta llegar a mi pene que todavía seguiría erecto para ti y me lo empezarías a chupar, despacio... con largo recorrido... otra vez, pero esta vez más despacio hasta que creyeras oportuno, te acomodarías arriba de mi palo erecto y te lo empezaría a meter despacio hasta llegar al fondo de tu maravillosa cueva y con unos movimientos lentos arriba abajo como unos 10 minutos, mientas masajeo tu húmedo clítoris, en circular armonía... aumentando el ritmo tendrías un movimiento de cadera .....¿sigo?....¿o, realizamos?..
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